jueves, 23 de abril de 2009

Literatura sanitaria

Entre las clases medias he notado un hecho que me atrae mucho. La literatura sanitaria, es decir la existencia de material de lectura en el baño. Cuando uno tiene que hacer eso que coloquialmente se llama del dos pues hay veces que se requiere más de unos cuantos segundos para completar dicha tarea.

Todos hemos pasado por ese estreñimiento que nos deja varios minutos sobre la taza del baño y muchas veces pues uno necesita distraer la mente para que lo que tiene que fluir, fluya. Es aquí cuando en algunos hogares se hace presente ese canasto con vaaaaariaaaas revistas para poder despejar la mente y pues.....hacer lo que uno tiene que hacer sin aburrirse.

Recuerdo mucho a mi abuelo, y como, siempre que tomaba el diario y se dirigía a ese sagrado cuarto, que no debe faltar en ningún hogar, solo podía significar una cosa: Ese cuarto permanecerá cerrado por varios minutos.

La diversidad que se puede encontrar en los antes mencionados canastos, o simplemente arriba de la caja del sanitario, es muy diversa. El Reader's Digest es un clásico y obviamente no podía faltar en este sitio, dependiendo de la zona la literatura va cambiando y en Coyoacán, cuna de la cultura del Distrito Federal (ja) el Milenio Semanal era obligado. Poco a poco alejándonos del D.F. la literatura que se puede encontrar va cambiando y el abanico es tan grande que desde Newsweek podemos llegar a la Revista H.

¿Cómo será visto este hecho en las clases altas? ¿Tendrán el New York Times, Forbes, Playboy? Espero algún día descubrirlo.

Juro que el día que me encuentre en un baño lo que un profesor de la Facultad nos recomendaba podré morir tranquilo. Un diccionario.

miércoles, 15 de abril de 2009

Mecanografía

Todos aquellos que han tomado un curso de Mecanografía no me dejarán mentir. Escribir en una máquina de escribir es un placer. Desde que acomodas la hoja, la alineas, pones el seguro, ajustas el margen y el entrelineado, recorres el carrete y escuchas ese clásico sonido.

¿Han notado que en sus teclados sobre las letras F y J, existe un pequeño relieve? Primera regla, es ahí donde se colocan los dedos índice de cada mano. Sobre la F el índice izquierdo y sobre la J, pues el derecho; así sus dedos meñiques izquierdo y derecho, quedaran sobre la A y la Ñ respectivamente.

Una vez que lograste memorizar cada una de las teclas y números, lo más genial es poder escribir observando cualquier otro punto, menos el teclado. Observar la cara de quien te dicta, mientras tu escribes todo. Puedes llegar al punto en que hasta te das cuenta de tus errores, simplemente mágico.

Pero con la máquina de escribir suceden muchas cosas que con los teclados es imposible. Los sonidos, por más fuerte que presiones las teclas nunca será lo mismo. Los reclamos al respecto de que tecleas muy fuerte siempre llegan, claro, quiero ver unas teclas de máquina de escribir tan suaves como los de los teclados. Cuando la velocidad o el error se hacen presentes, pueden a llegar a trabarse dos teclas, simplemente las acomodas pero esa mancha de tinta que ahora tras en los dedos puede llegar a ser fatal al sacar tu hoja de trabajo.

Un error en un documento importante era inadmisible, es por ello que conjuntar velocidad y precisión era un verdadero arte. La tecnología poco a poco se fue encargando de hundir en el olvido a estas bellas máquinas. El primer ejemplo fueron los correctores, unos pequeños papeles que con solo teclear de nuevo el error, sanabas esa mancha.

Las máquinas de escribir eléctricas aparecieron y la llegada de las PC's fue la estocada final. Afortunadamente aún puedes encontrarte lugares en que se requiere su uso, reportes de becarios o formatos de registro. Pero la tecnología se encarga de burlarse de estas grandiosas máquinas. ¿Cómo diablos lleno el campo de correo electrónico si mi Olivetti Dora no tiene arroba?

Triste, pero el posar de nuevo mis dedos sobre ella fue simplemente delicioso.

Para todos aquellos mecanógrafos de la primaria.



martes, 14 de abril de 2009

Música y relaciones sexuales

La música y las relaciones sexuales van de la mano, quienes nunca han combinado estas dos actividades me parecen increíbles. Si bien es posible hacer cada una por separado, en conjunto se engrandecen ambas actividades, se nutren y el resultado puede resultar maravilloso.

Lo curioso resulta en los gustos musicales para emprender dicha unión. No siempre se puede planear la música a escuchar durante el acto sexual, a veces el random o aleatorio del reproductor juega malas pasadas. ¿Pero, qué tal cuando tu pareja te pide algo en especial? Y esa selección simplemente no entra en tus gustos y mucho menos en las canciones que pondrías para tener relaciones sexuales.

En esos momentos habrá quienes cedan, habrá quienes se impongan, habrá quienes sugieran y habrá quienes de plano sin música. ¿Pero qué pasa cuando cedes y esa música que el random o tu pareja eligieron nada más no te cuadra? ¿Neta con Chinga tu madre o Puto de Molotov, te late?

Cuando de entrada las gustos musicales son diferentes pues se pone más densa la circunstancia. ¿Cómo poder disfrutar de ese momento con esas baladas que odias? ¿Black Metal? Si a mi me gusta tranquilo. ¿Punk, pues qué me vas a violar? ¿Alejandro Fernández, pues que te lo vas a imaginar a él? Las posibilidades son casi infinitas.

Aquí una sugerencia (Burda copia de "Cógeme en el aire que se me hace tarde":


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domingo, 5 de abril de 2009

Nostalgia