martes, 29 de diciembre de 2009

Diálogos sobre la caída

TEXTO: ESTEBAN NAVA Y ADOLFO LIRA

- Una caída es básicamente aprendizaje. Casi cualquier caída y sus consecuencias te permite levantarte de nuevo. Entonces, ¿por qué existe miedo a caer, si después llegamos al mismo punto donde nos encontrábamos? ¿por qué ese medio a nuevamente intentar algo?

- Es algo raro, porque efectivamente, la gente le teme a la caída; pero para caer intenta. Teme al fracaso, pero aún así lo intenta, es como una espiral, uno cae, pero nunca llegas al mismo punto donde te encontrabas, o podríamos decir que sí es el mismo punto, pero no al mismo nivel. Además de que cada intento, aunque parezca el mismo, nunca lo será.

- Seguramente no al mismo nivel, de hecho al ser un aprendizaje, después de una caída nos encontramos en un nivel más alto.

- Así es.

- ¿Entonces por qué rechazar nuevamente el intento?

- Cada caída provoca un nuevo temor, porque se teme a lo desconocido. Sólo aquel que logra crear de la caída un rito, pierde el temor a intentar; los demás están condenados a dejar de intentar y a buscar seguridad en el rito.

- Pero para rechazar el temor no se debe convertirlo en un rito. Se debería lograr una conciencia de que sea un éxito o un fracaso el intento, se tiene que seguir.

- Exacto, sin embargo en la conciencia humana, se desarrollan dos tipos de pensamiento, el bien y el mal, una parte buena y su contraparte mala, por un lado el éxito (lo bueno) y por el otro el fracaso (lo malo). La palabra caída, tiene una connotación mala, en la psique de las personas; hablar de caídas es hablar de ruptura, de falta de seguridad, cuando creas un camino imaginario a seguir, sin prevenir contingencias, y este fracasa, tu mundo se colapsa, ese colapso es el que representa la caída.

- Entonces debemos romper con esa idea de la caída, y presentarla como algo bueno, pues refleja aprendizaje.

- La gente representa la caída como lo no previsto, innombrable, y nuevamente regresamos al rito, hacemos la realidad nuestra a través de la humanización de lo objetivo, dotándolo de un nombre, al ser innombrable, es algo inhumano, algo indigno de ser vivido.

- Los polos, caída-éxito.

- Sí, caída como fracaso.

- Se condena la derrota por no significar la meta del éxito.

- El éxito es lo que la gente ha idealizado, de distintas maneras, dependiendo de cada cultura, la caída es el no-reconocimiento de lo otro posible, de lo otro existente, el fracaso.

- Sin uno, no puede existir el otro. Y ambos son necesarios.
ILUSTRACIÓN: ROSKA IZQUIERDA

jueves, 24 de diciembre de 2009

Te dedico este plagio

¿Quién no ha dedicado una canción alguna vez en su vida? La mayoría lo hemos hecho, es una práctica tan común que hasta existen programas radiales, dedicados exclusivamente a ello. Los motivos para dedicar una canción a alguien más, suelen ser muy diversos; pero algo es seguro, esa composición musical nos recuerda a alguien o algún momento con esa otra persona.

Como lo mencioné anteriormente, también he recurrido a dicha práctica; y la principal razón fue: “Eso es exactamente lo que quería decir.” Supongo que no soy el único en este planeta con ese pensamiento. Es verdad que en diferentes momentos de nuestras vidas, nos quedamos sin palabras, la mente se pone en blanco y no sabemos cómo expresar toda esa revolución de sentimientos en nuestro interior, pero ¿no es patético que nos robemos la palabras de otros?

Con una canción es difícil caer en el plagio, a menos que se sea tan cínico como para proclamar que dicha letra es autoría de quien la dedica. Es cierto que muchas canciones son explícitas y más con títulos como “Ana”, “Laura no está”, “Dormilón”, “Ven aquí” o “El perdedor”; ¿pero cuántas veces no adecuamos el contenido de una canción a lo que en realidad queremos expresar? Muchos artistas prefieren no revelar el significado de sus composiciones para no romper ese encanto que el escucha puede llegar a crear.

El dedicar una canción es un ejercicio de pereza, la música debería de servir como inspiración y no como una salida fácil. Pocas veces me han dedicado una canción, y lo único que podrá venir a mi mente cuando vuelva a suceder es que lo más seguro es que esa persona que me la dedique, no tendrá la menor idea de lo que sintió el compositor.

ILUSTRACIÓN: ROSKA IZQUIERDA

miércoles, 23 de diciembre de 2009

¿El mundo se va a acabar?

Con todo esto del 2012 y las predicciones Mayas, el calentamiento global, la carencia de petróleo y la destrucción de la humanidad por el mismo hombre; este tema está de moda. ¿Realmente alguien le teme al fin del mundo? ¿En verdad creen que ocurrirá pronto?

Eliminando a quienes creen que en el 2012, el nuevo ciclo nos partirá la madre a todos, y que será por uno o varios desastres naturales; la verdad es que me asombro de quienes piensan que la humanidad verá su fin pronto.

Si algo ha demostrado el ser humano es su ambición, su orgullo, esa hambre de más. Medios de transporte más rápidos, una comunicación global, mejores alimentos, mejores atletas, más conocimiento. Esta característica de muchos seres humanos no podrá permitir que el mundo se termine, ¿ante quién podrá entonces presumir su supremacía?

Una vez que se termine todo el petróleo del mundo, ¿en verdad se caerá en el caos? Ya existen medios de transportes que no utilizan derivados del petróleo, y así como se sustituyó a las máquinas a vapor, las máquinas y productos a base del líquido negro, se verán remplazados.

Algunos cuantos ya se están encargando de ello, pero vamos, aún queda suficiente oro negro por monopolizar, y al cual sacarle jugo.

A menos que ocurra algo parecido a lo que extinguió a los dinosaurios, estoy tranquilo; el ego del ser humano es tan grande que se levantará, inclusive, de un atroz desastre natural. Ya lo ha hecho.


lunes, 21 de diciembre de 2009

Independencia

Lograr independencia total es imposible, siempre dependeremos de alguien y de algo para seguir existiendo en este mundo. ¿Una comuna lo ha logrado? Son un grupo de personas que se necesitan los unos a los otros para poder existir. ¿Un ermitaño? A pesar de que caza lo que come, necesita de la naturaleza para vivir. Simple, todos necesitamos al sol para poder seguir respirando.

Pero como en muchas otras cosas, hay niveles. Desde lograr la independencia económica con un ingreso fijo, hasta el poder cultivar/cazar lo que comes. Siempre existirá un punto en el que necesitemos de alguien, del campesino que siembra una semilla y posteriormente cosecha; el camionero que transporte ese producto a la ciudad; el tendero que lo venda e incluso alguien que lo prepare.

Así como la muerte es algo seguro en esta vida, también lo es que la única persona en la que puedes confiar al 100 % es uno mismo.

Existen personas que ni un huevo aprenden a cocinar, que dependen de alguien para transportarse, que necesitan alguien a su lado para poder ser feliz, que sin música desesperan, que la idea de comer solos les abruma, que investigar algo les es imposible. Llegar a este punto me parece lamentable, la falta de búsqueda de alternativas, el llamado Plan B.

Es cierto, siempre dependeremos de alguien más; sin embargo ha quedado demostrado que así como nos han fallado, hemos fallado. Y si se está dispuesto a confiar ciegamente en alguien más, lo único que resta por decir es, prepárate para la decepción.