¿Lo único que realmente posee una persona es su palabra?
Viviendo en México ni eso es posible, aquí el dinero todo lo puede comprar, un “tehuacán” puede lograr lo imposible…hasta afirmar que uno está muerto y decirlo a grito pelado. La embriaguez o encontrarse en un estado alterado de la mente también puede provocar que nuestras palabras no sean controladas.
¿Y cuando no existe una fuerza que imponga o altere?
Todo ser humano se ha encontrado en la situación en que afirma algo y no lo cumple o niega algo y lo realiza. ¿Es una condición natural del ser humano? La mitomanía es considerada como un trastorno psicológico, por lo tanto el mentir no debería ser natural al Hombre. ¿Al mentir poco, deja de ser considerado trastorno?
Bajo condiciones normales, nadie se ve obligado a decir algo que no piensa. Pero existen circunstancias en que parece que el mentir es lo más valorado. A los niños es preferible mentirles, antes que lastimarlos: “El perrito se me escapó hijo, lo siento” (El perrito fue arrollado por un auto y murió, lo siento). Curiosamente, a los adultos se les suele tratar como niños a los que hay que mentirles para protegerlos. “No me siento capaz de continuar con esta relación” (Estoy hasta la madre de esta relación).
¿Es en verdad la protección del otro lo que motiva a mentir?
¿No es realmente protegerse a sí mismo?
La carencia para decir lo que realmente se piensa puede provenir de diferentes fuentes, pero la única constante es la queja al ser víctimas de las mentiras…sin observar que ese mismo modelo es reproducido una y otra vez.
"Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla."
Sigmund Freud
"Hipocresía (Fingimiento de sentimientos, ideas y cualidades) A NADIE SE LE NIEGA UN SALUDO"
Ilustración: Roska Izquierda