domingo, 26 de julio de 2009

¿Siempre recordarás lo bueno?

Una total falacia. Me encanta cuando los seres humanos utilizamos esa frase, usualmente en las despedidas, que denota una actitud a priori que realmente muy pocos son capaces de realizar. Solo se necesita algo pequeño, un pequeño detonador que avive nuestros recuerdos y nos llene la cabeza con experiencias ingratas para sacar, tal vez, lo peor de nosotros mismos y ser los más exigentes jueces.

Al terminar una relación amorosa, lo inmediato es el dolor, el sufrimiento. Al hacer público ese deseo de separación, reaccionamos (¿protegiéndonos?), remembrando todo aquello que nos molestaba de esa persona que nos dejó o abandonamos, justificando así nuestra o su decisión, convenciéndonos, de que al final, lo mejor fue la separación.

Comía con la boca abierta, nunca llegaba a tiempo, odiaba sus patillas, nunca se vestía correctamente, nunca me apoyó, le temía al compromiso; son sólo algunos argumentos que han sido utilizados.

Para recordar algo positivo, no necesitamos una muestra, necesitamos una graaaan muestra, algo que supere aquella acción que una vez nos dejó con la boca abierta, por lo intenso que fue. Pero para recordar lo que nos molesta de alguien, basta con algo pequeño, algo que inclusive sea insignificante.

En las relaciones de amistad ocurre algo parecido, un amigo puede ser sumamente impuntual, hasta llegar a convertirse en una característica y cada vez que llega tarde y nos hizo esperar, podremos enumerar cada una de las veces que así ha sido. Por otro lado, para recordar cada vez que nos ha sacado de un apuro, será indispensable que el lío en que estemos sea superior al anterior, porque solo así logrará la intensidad necesaria para marcarnos, y así poder equiparar la ayuda que está recibiendo. Obviamente cuando se es quien presta la ayuda, se puede hacer una inmensa lista de todas las anteriores ocasiones que se han dejado de lado otras actividades por ayudar a ese amigo.

Padres e Hijos, nada difiere. Una madre puede obviar todo el trabajo de limpieza de un vástago, si cometió la terrible falta, de olvidar poner servilletas en la mesa. Con los Hijos no es diferente; si omiten darnos un recado importante, podemos llegar a olvidar que gracias a ellos nos despertamos a tiempo, desayunamos, no olvidamos ese documento importante y cientos de ayudas recibidas tan solo en un día.

El ser humano es cruel, podemos llegar a desarrollar una enfermiza memoria para poder citar hora y lugar preciso, en el que fuimos víctimas de alguien más. No me vengan conque nunca han estado ahí, lo sabemos y con muchas personas nos sigue pasando, desgraciadamente, hasta el punto en que cuando recibimos su ayuda, en el pasado, se ha borrado de nuestra memoria.

jueves, 23 de julio de 2009

Al servicio del pueblo

"Y dos policías en cada andén, evitando que las mujeres sean nalgueadas por los pórfidos hombres degenerados y si las asaltan afuera la estación no importa, pues en el viajan seguras. LA POLICÍA SIEMPRE VIGILA."

TEXTO: R2

lunes, 20 de julio de 2009

Códigos

Recuerdo ese reclamo entre mi tío y su hermano, tras haberle prestado su auto. "Cabrón, ¿qué te cuesta poner el asiento como estaba?" Horas después mi tío me dice: "Cuando alguien te preste su auto, déjalo exactamente como estaba."

Esos códigos entre automovilistas suelen ser leyes no escritas, como que el copiloto siempre debe estar atento, dejar la misma estación de radio o que el copiloto tiene derecho a poner la música. Como siempre ocurre con este tipo de leyes no escritas, hay discrepancias.

¿Cómo es posible que el copiloto tenga derecho de poner la música que él desee, si el que está manejando soy yo? Si saben manejar y lo han hecho en la Ciudad de México, saben lo estresante que puede ser. ¿En serio me tengo que chutar tus baladas, psycho y pop japonés? Es una regla que no pienso seguir. Cuando te encuentras en medio de un viaje, que implica manejar varias horas, la maldita democracia se hace presente y tienes que ceder a escuchar lo que tu compañero de viaje desee, así se acordó.

Esos códigos no escritos pueden resultar fastidiosos, más cuando la persona a tu lado en verdad cree que te deberían meter a la cárcel por no seguirlos o cuando la indignación es tal que un berrinche de un niño de 5 años se queda corto, ante la actitud del ofendido.

No me importa que a través de los años estas reglas sigan vigentes, si le cambias a la música sin preguntar, te bajas.

martes, 14 de julio de 2009

Tecnología cara a cara

Internet, gran herramienta que permite la conectividad más allá de lo que nuestros padres soñaron. Telefonía móvil, nos permite estar más en contacto. ¿Cierto?

Para algunas personas, dichas tecnologías han logrado totalmente lo contrario, haciéndonos cada vez más dependientes a esas herramientas. La frialdad de la tecnología ha superado la calidez del contacto humano.

Algunos absurdos me he encontrado, estando a metros de distancia una cita es programada para hablar en la web, mediante un mensaje de texto. Acepto un contacto por esos medios cuando la distancia es considerable, como cuando una entidad federativa o un país se interponen entre dos personas. ¿Pero me juras que prefieres leer a alguien a escuchar su voz? ¿Prefieres volverte más hábil con el celular que caminar unas cuantas cuadras? ¿Esperas con ansia ese emoticon a ver su mirada?

¿Dónde quedó ese ser social? ¿Es el preludio del futuro que mostró la película Demolition Man? ¿En qué momento nos volvimos tan perezosos? ¿Por qué no lo decimos cara a cara, en lugar de solo escribirlo?

domingo, 12 de julio de 2009

Ana María Soto Jaimes

¿Recuerdas ese sábado,
en el que aparecí sin previo aviso?
Cuando Arturo, como de costumbre,
inició la bienvenida.

Ambos sonreímos,
la experiencia fue grata
besaste mis ojos
y yo lo agradecí.

Tu cortesía siempre presente,
un vaso de agua me ofreciste.
Charlamos poco pero sustancioso,
continuamente preguntando y yo respondiendo.

¿Recuerdas cómo me llamaba tu hermano?
el segundo sobrenombre de mi existencia.
Sonaba: "El Licenciado" y te enorgullecías.
Pues ese día te dí la sorpresa.

"Chabe" fue profeta, así como Mario
y ese día anuncié la noticia.
En Licenciado me convertí
y fuiste la primera en saberlo.

¿Recuerdas ese sábado?
Por supuesto que no.
A ti te cubre la tierra
y a mi este maldito sueño.

SIDA

Tus palabras me animan,
motivan e impulsan;
cual poderosas como el valium,
sin ese efecto idiotizante.

Te has auto nombrado mi soporte,
el remo de mi balsa,
el motor de mi automóvil,
esa mano que me ayuda a levantarme.

Pareciera que tu única arma
fueran tus palabras,
es lo que la distancia ha permitido,
más mi imaginación pregunta:

¿Si tus palabras han logrado eso,
qué lograría un abrazo diario,
un cálido beso ante nuestro encuentro
y esa mirada acompañada de tu sonrisa?

sábado, 11 de julio de 2009

Sombras

¿Cuántas veces nos hemos encontrado con un obstáculo en nuestro camino? ¿Cuántas veces nos hemos encontrado frente a frente con él? Cuando nuestras metas se ven bloqueadas por algo, tenemos que tomar decisiones y superarlas. Recuerdo un ejercicio de la clase de psicología en el cual en frente de nosotros tenemos un muro y las opciones para superarlo son las siguientes: Romperlo, escalarlo o rodearlo.

¿Pero qué hacer cuando ese obstáculo no es un objeto sino una persona? ¿Romperlo, escalarlo o rodearlo aplica? Compliquemos más el dilema: ¿y si la meta es otra persona?

Desear estar con alguien, cuando el o ella en realidad desea estar con otra persona, es sumamente frustrante. Hay quienes tratan de romper a esa sombra que se encuentra sobre nuestra meta, quienes tratan de aplastarlo, quienes tratan de borrarlo, pero en realidad se encuentra fuera de nuestras manos. Las tácticas para superar ese obstáculo son muy diversas, un psicólogo podrá aportar más herramientas.

¿Y cuando uno mismo es esa sombra? ¿Habremos realizado acciones para no permitir la entrada de alguien nuevo, sin estar realmente con la persona en disputa? Recuerdo mucho la sentencia de un amigo hacia una ex-novia: "Tu ya estuviste con él, nadie más puede acercarte a ." Cosificar siempre me ha parecido repugnante. ¿Lo estoy haciendo en este texto?

Parece que dejar ir a esa sombra es una tarea imposible, tiene algo tan grande que simplemente no podemos sacarla de nuestras vidas. Romper relaciones de golpe pareciera una buena solución, pero es más difícil que solo decirlo o escribirlo.

Existen los casos en que esa sombra nunca se irá, por el simple hecho de que ya existe algún ser vivo que los une. Algunos dirán que es posible si se lleva una relación sana entre los involucrados. ¿Realmente hay alguien sano sobre este planeta?

Lo único que espero en estos momentos es dejar ir mis sombras, dejar de ser una, y que TU la liberes por completo.

viernes, 10 de julio de 2009

Por fin, más de papitas

No les diré lo mismo que ya han leído mil veces… ya terminó la época de elecciones, y estoy feliz… feliz de no tener que ver a una niña que pretende ser tierna, pero por su manera de hablar se ve que de pendejos no nos baja. Feliz de no ver a Maite Perroni apoyando medidas de “como no tenemos dinero te lo vamos a pagar” a riesgo de sonar machista: ¿alguien la quiere para que hable? Feliz de no ver la cara de cierta ex-corredora, que paso del “corre por el oro” a querer ser “agárrenla que es ratera”. Feliz de no ver a una mujer fodonga diciendo “no hicieron NADA por detenerlos” (primero báñate y vístete bien, luego opina). Feliz de no volver a escuchar “Estaríamos mejor con el pejelagarto”… ¿no les encantan los clarividentes que somos los ciudadanos? Feliz de no volver a escuchar “Legalicemos las drogas” seguido por “contra las drogas vota” (¿dónde me perdí?). Feliz de no ver a un montón de actores pagados diciendo “Piensale” y un ademán de “no seas pendejo” (no se ustedes, yo sí me ofendo). Y todo lo que tuve que hacer para eso fue recibir una hoja de papel, una crayola,,, y garabatear en una hoja de papel,,, un tachesote… óigame, me la dejaron barata…


P.D.: El mejor de todos: donde sale un punky con una fresa: “yo elijo a mis amigos y los acepto como son”, y la pobre intentando sonreír, cuando con sus ojos y sus hombros nos dice “ya digan corte para alejarme de este mugroso”… de fábula.


P.D.2: A los primeros diez comentarios se les regalará una bolsa de "papitas".


TEXTO: R2


Me niego a perderte

Me niego a perderte,
mas no sé como recuperarte.
Tu compañía es intermitente
pero necesaria como el agua.

Cuando te encuentras conmigo
sonrío como un estúpido,
pero cuando tu ausencia se hace presente
esta computadora es mi mejor aliada.

No quiero acercarme a él,
quien me ayudó a encontrarte.
¿Volverme dependiente de nuevo?
Ya tengo bastantes adicciones.

Privarte de mí me aleja de mucho,
me encierra, me sofoca.
Deseo recuperarte tanto,
aunque eso implique soberbia.

Te han bautizado confianza,
y te añoro como nunca.
Me niego a perderte,
mas no sé como recuperarte.

Por ella

Si, te abandoné por ella, no hay más que decir, ha provocado en mi cambios. Cerrar viejos ciclos y abrir nuevos, experimentar cosas nuevas. Pero eres implacable conmigo, cual masoquista vuelvo a ti a pesar del daño que me causas.

No niego que te daría la espalda, ya lo he hecho con viejos amigos. Su compañía, al igual que tu, me da alegrías y descontentos, felicidad y dolor; dicotomía que, solo alguien importante, puede lograr. Ella lo ha logrado.

Nunca lo pidió, mas se que le agrada, o eso es lo que quiero pensar. Tu compañía es difícil de olvidar, un colega se encuentra en la misma situación pero él la tiene a su lado para ayudar en la batalla.

Concuerdo con Carla: "Solo dilo" pero parece que el valor está ausente, así como ella. El miedo parece que nos devora.

Tu vuelves ante su ausencia, pero solo por un instante, me pasas factura y te alejas. Me pregunto quién ganará la batalla.

jueves, 2 de julio de 2009

El México de los mexicanos.

-¿Y esa cara?
-Pues ya ves, lo de siempre.
-¿De nuevo?
-Ajá.
-No mames, que poca madre.
-Pues qué te puedo decir.
-Tu problema es que te lo tomas muy en serio.
-Tal vez, pero creo que mi problema es que vivo rodeado de mexicanos.