Son las 10:37 a.m. y me dispongo a desayunar, sobre la estufa está una cazuela con un exquisito guisado: Lengua.
Una de las cosas que más odio es el clásico: "No me gusta." ¿Cómo carajos pueden decir que no les gusta algo si ni siquiera lo han comido? Una lección que aprendí gracias a un tío, Reino Aventura y mi terror por los juegos mecánicos es que hay que intentarlo, probarlo y ya después decimos si nos ha gustado, agradado o no.
Si hay algo que me caga más, es que la gente sea así respecto a la comida y mucho más con la lengua, siendo tan deliciosa ¿cómo es posible que ni siquiera se atrevan a probarla?
Pero ya lo pensé mejor, ¿saben qué? nunca la prueben no se la merecen, así, hay más lengua para nosotros.
Lo único que si lamento es que su demanda no aumente, gracias a ustedes, y por lo tanto, su precio no baje.
martes, 12 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
jajaja ok ok, no diré "no me gusta" sin probar algo, pero... sí puedo decir que no me gusta probar cosas, cierto??? jajajaja es que en cuestiones de comida no soy muy dada a probar cosas =S
Bueno, probaré la delicia que es la lengua (no solo tú lo dices sino también en mi familia) y con eso espero contribuir a que baje su costo jajajaja.
Brenda
Publicar un comentario