miércoles, 6 de enero de 2010

La vida es una novela

Las novelas, obras literarias que son ficción, nos han atrapado en sus redes desde hace mucho tiempo. La Biblia es, tal vez, la novela más conocida y admirada de todas; un texto que nos muestra el nacimiento del mundo y la obra de Jesús, el hijo de un carpintero que termina sacrificando su vida por toda la humanidad, ¿lindo, no?

Las novelas tienen la particularidad de mostrarnos hechos fantásticos, increíbles y por ello son ficción. Un hombre da su vida por todo el mundo, ¿cuántas veces lo hemos visto en la realidad? “…y vivieron felices para siempre.” Los reto a qué me digan cuál es el porcentaje de parejas que conocen que cumplieron esa sentencia.

Las novelas nos han educado, hay que sumar la aparición de la radio y posteriormente la masificación de la televisión para que el género se propagara mundialmente. La sociedad ha sido tan influenciada por este género, que la búsqueda de protagonizar una novela es tan constante que puede resultar incluso a ser obsesivo.

Los protagonistas de una novela, usualmente, sufren y padecen increíbles inclemencias, pareciera que la vida confabula contra ellos. ¿Les suena conocido? Pero al final, gracias a su bondad y buen corazón, terminan logrando llegar a su objetivo y a encontrar la felicidad eterna. ¿Felicidad eterna, dónde he escuchado eso antes?

Pisar un chicle, una despedida, la ausencia de algún objeto, cualquier cosa mala, es un buen pretexto para iniciar una novela. La realidad es que a muchas personas les encanta ese estado, ¿por qué? Porque la miseria los llevará a última página de la novela donde todo se resolverá como por arte de magia. Constantemente se buscan señales, ese oráculo que indique el camino correcto, el amor a primera vista, la otra mitad del amuleto.

¿Cuántas veces eso que parecía destinado a ser, ha desaparecido? El oráculo fallo, ¿por qué? Porque la vida no es una novela, el ser humano es el que crea esa novela, convirtiendo coincidencias en señales. La felicidad se construye, se trabaja para llegar a ella, no llega del cielo.

¿Si en las novelas tras todas las adversidades llega la calma, entonces, por qué preocuparse tanto?

ILUSTRACIÓN: ROSKA IZQUIERDA

2 comentarios:

lα ρετïτε ṃσяτ ♥ dijo...

Las novelas son tan predecibles, burdas, utópicas, y nefastas. Lamentablemente, en la actualidad la sociedad está moldeada para que su vida gire en torno a ellas, lo que hace de las personas seres ilusos sin raciocinio y esperanzados al "... y vivieron felices por siempre"

Anónimo dijo...

wooow roska esta muy buenos tus dibujos jejej saludos