El lenguaje se basa en señales, ya sean orales, escritas o físicas. Es un medio por el cual nos comunicamos, enviamos y recibimos mensajes.
Lo ideal para entablar una conversación es utilizar el mismo lenguaje y aún así a veces resulta imposible. En cuanto a la comunicación oral, hablar el mismo idioma ya sea castellano, inglés o ruso no resulta suficiente para entablar una conversación grata. Se necesitan de otro tipo de códigos, conocimientos, otro tipo de lenguaje.
Las afinidades e intereses juegan un rol muy importante para poder establecer una comunicación efectiva. Si bien un ingeniero y un científico social pueden llevar una conversación agradable, en cuanto se comienza a utilizar un lenguaje especializado, las cosas se pueden complicar. Estamos tan acostumbrados a utilizar palabras técnicas en nuestro entorno que a veces no podemos evitar utilizarlas con personas que no tienen la más remota idea de qué estamos diciendo. Palabras como neoliberalismo, “chainear” o infusión pueden resultar incomprensibles, pero en algunos medios son de lo más común.
Sin tomar en cuenta ciertas palabras, aunque el medio sea el mismo, la formación y conocimientos en común implican una fuente inagotable para enojos, decepciones, sonrisas o asombros gratos. Mencionar a la banda Soulwax, citar la frase “Are you talking to me?”, alabar la corriente dadaísta o preguntar la opinión acerca del libro No Logo y que la otra persona no tenga la más remota idea de lo que se habla, puede resultar bastante frustrante o todo un reto. Por el contrario, si las respuestas son afirmativas, y además se recibe una antítesis o complemento, la gloria y el placer invaden nuestro cuerpo como una droga inyectada.
Intentar entablar una conversación con alguien que tiene una cultura totalmente ajena a la nuestra es difícil, sobre todo cuando la retroalimentación y la apertura no se encuentran presentes. Un sub-lenguaje cultural totalmente opuesto impide entender bromas, comparar estilos e inclusive relacionarse con otras personas.
La apertura y la retroalimentación, deberían de ser dos elementos indispensables en cada ser humano.
Es cierto que dos personas con un mismo bagaje cultural pueden llegar al punto de la aburrición, pero gracias al dinamismo, la búsqueda por nuevas cosas y la diferencia en opiniones es que una conversación puede provocar una excitación y en el mejor de los casos lograr un orgasmo mental.
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