jueves, 20 de noviembre de 2008

AMATEUR (PRIMERA PARTE)

Una de las cosas que más me gustan, es de las cosas que peor hago: escribir. Y hablo de la escritura en general, como proceso mental y como acción. NO NACÌ PARA ESCRIBIR, lo se, y mientras comienzo estas líneas también dejo entredicho, que no me interesa. Y es que hay acciones que se pueden prohibir para no generar un malestar social, y otras que se evitan, con el simple hecho de ignorarlas.

¿Cuando me entere de que la escritura jamás seria una actividad que me diera el sustento diario? Supongo que el azar y el orden juegan su papel en todo momento, y como primera limitación en mi frustrada carrera pienso siempre en la naturaleza de mi estilo, no único, mas sin embargo poco usual, ser zurdo.

Y es que remontarme a los inicios de mis malogrados trabajos al mando de un bolígrafo debo confesar que no salgo bien librado; es así que, durante mis primeros años como escolar, era para mi y para aquellos que poseen esta condición, una labor que requería cuidado extra, adicionalmente al esfuerzo de memorizar y aprender a trazar los caracteres que nos servirían como lenguaje, se sumaban pequeñas dificultades, que claro, hacían gran diferencia, si el aula no contaba con un pupitre adecuado, teníamos que modificar la postura (mano o espalda) que varia según el ingenio para apoyar el brazo, de igual forma si la mesa era doble, el problema se limitaba a no chocar con el codo de alguien mas.

Quizás el mayor de los inconvenientes era la forma misma en que la escritura se estructura, de izquierda a derecha, y es que varias de las maestras en su momento evidenciaban mi falta de limpieza en cada ensayo y resumen, replicando con el mismo cuento: "Deberías aprender de fulanita, ella no entrega la tarea sucia", "porque no escribes como fulanito, no entiendo tus garabatos...", claro que en aquel momento no advertía que cada vez que dejaba correr la tinta o trazaba con el lápiz una maldita letra, la inoportuna de mi mano zurda arrastraba inmediatamente el aun fresco rastro de mi testimonio.


Texto: SEM

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