El cual tras la sonrisa inicial, me dio un “cubetazo helado espiritual”. (¿Ya vieron el video? Si sí, continúen leyendo, si no, véanlo). El ver a estas personas, realizando estos actos, el principio fue extraño, incluso me causo risa: ¿Realmente se creen que están siendo instrumentos de “su Dios” para llegar a la gente? Mi intolerancia no me permitía aceptarlo, pero luego entendí: la mayoría de estas iglesias son de Estados Unidos, un país sumido en una doble moral una doble forma de pensar, una doble vida: por un lado, la cara de buenos samaritanos, de ingenuos habitantes cuyo interés es el bien común, por el otro, irracionales, racistas, intolerantes, demagogos y destructores de todo cuanto les parece “extraño”. No juzgaré si son unos u otros, porque no llegaré a ningún lado; el punto aquí es que son una sociedad llena de máscaras, de actitudes fingidas y comportamientos criticados a cada minuto. Si eres XYZ (entiéndase: negro, gay, lesbiana, rojillo, abogado, policía, chino, mexicano…hombre…mujer) debes dar un discurso idealista para que te dejen en paz. ‘¿Por qué no puedo ser libre de mi pensamiento, de mi ser?’. Vivir cada hora de tu día siendo un ser “socialmente aceptable” es una labor que volvería loco a cualquiera; hasta donde tengo conocimiento, cada matanza de niños maestros viene seguida de un video de un muchacho declarando su hartamiento mental; ¿Este cambio de máscaras se volvió tan imposible de llevar qué explotó? No lo se, nadie lo sabe. Y yo dije Estados Unidos, pero pasa en todos lados… ahora veo a esas personas, en sus ceremonias, entregándose a los caprichos de su cuerpo, sin tapujos, sin nadie que los señalará como “amenaza” o “rareza”, entregados a su propio ser, casi encontrando su Nirvana personal. Correr, Bailar, azotarse, contra el piso,… en otro momento serían amarradas y encerradas en un psiquiatrico. No se si las religiones o las iglesias por origen son buenas o malas, y no pienso ir a una ceremonia así, no va conmigo, pero ya no me dan risa: los respeto, y casi los envidio, pues, aunque sea durante un par de horas en la semana, estas personas han encontrado, a falta de otra definición, el camino hacía
(Contrario a lo que piensen, esto no es un texto religioso… es un texto filosófico)
TEXTO: R2